La comida es parte esencial del auto-cuidado.

Alimentarse bien es una forma sencilla de cuidarse y de elevar la auto-estima, tan como dice Marián Rojas Estapé, somos, en gran medida, lo que comemos, y comer bien es un acto de amor hacia si mismo, por no hablar de la maravillosa y generosa labor de quien da de comer a otras personas. 

Comprar, preparar la comida, poner la mesa, son también rituales de bienestar, incluso cuando lo que se cocina es muy sencillo. Ir a los mercados en los que siempre hay frutas, verduras o flores de temporada es un viaje maravilloso a los jardines y los huertos que otras y otros cultivan para nuestro disfrute, bien merecen el reconocimiento.

Puede que pienses que en la lista diaria de cosas que hacer no queda tiempo ni para prepararse una tostada. Sin embargo, es posible y sobre todo, es muy necesario, dedicar un mínimo de tiempo a cultivar el modo en que nos alimentamos, convertirlo en un ritual cotidiano, placentero y nutritivo. 

La filosofía del jardín-huerto andalusí nos inspira toda una lista de sugerencias para transformar la inercia de comer en un verdadero ritual de bienestar

10 ideas para comer bien y sentirse mejor:

1.- El 70% de lo que comamos debe proceder directamente de la huerta, no hay otra regla mas saludable y sensata.

2.- Ir al mercado al menos una vez por semana. Es una experiencia gratificante, nada que ver con el supermercado de la esquina. El mercado es la prolongación del huerto y del jardín, el lugar en el que sentir las estaciones y comprar productos frescos de temporada. Los mercados de toda la vida son un despensa de salud.

3.- Proveerse de dos superalimentos imprescindibles, AOVE y miel de la mejor calidad, podríamos sobrevivir meses solo con una cucharadita de cada al día. Estas dos maravillas de la naturaleza nos permiten prescindir de grasas y azúcares. 

4.- Tener siempre en casa un tarro de cristal bien cerrado con una mezcla de nueces, avellanas y almendras peladas y al natural. Los aceites vegetales de estos frutos son un chute de anti-oxidante y energía. Un puñado al día acompañado de una pieza de fruta equivale a una comida.

5.- Llenar de verde el frigorífico, todas las hortalizas de hoja verde, tomadas preferiblemente en crudo, pero también cocinadas al wok o al vapor, con un chorro de aceite de oliva y una mezcla creativa de hierbas aromáticas, son un escudo protector contra la inflamación.

6.- Junto con el verde, el otro color para completar la bandera de la alimentación anti-oxidante y revitalizante, es el naranja. Zanahorias, calabazas y por supesto naranjas, en cualquier forma y modo.

7.- Un buen chocolate puro al 80% también es un must, por supuesto no se trata de ponerse hasta arriba, una onza es suficiente para aportar energía en momentos de bajón y para practicar la atención plena al sentido del gusto, tomándolo despacio y disfrutando del instante.

8.- La famosa copa de vino al día no es un mito, pero no necesariamente tiene porqué acampañar la comida, de hecho cuando se come no habría que beber nada. La copa de nuestro vino preferido debería formar parte de esos momentos en los que toca parar y descansar, disfrutando del olfato y del gusto.

9.- Cualquier alimento procesado y empaquetado del modo que sea debe contener conservantes, un frigorífico de tamaño medio con fruta y verdura frescas es una farmacia doméstica.

10.- Un ramo de flores, por humilde y sencillo que sea, alegra la vista y la vida. ¿Porqué las flores son un regalo para los demás y no para una o uno mismo? Hay un amigo, una amiga en ti misma, que bien se merece un homenaje. 

IMPORTANTE: Es preciso tener en cuenta siempre la condición física de cada persona, las posibles afecciones de la piel, las prescripciones médicas que cada persona pueda necesitar. Los productos cosméticos no son medicamentos ni curan ninguna dolencia, contribuyen al bienestar y la belleza de la piel, a estimular la sensibilidad y a proporcionar rutinas de auto-cuidado que tienen un impacto positivo en nuestro estado de ánimo.